Muchos factores pueden influir en el resultado de una cirugía. Los médicos que se centran en los detalles tienen en cuenta todo, como los exámenes físicos, los antecedentes familiares y los aspectos relacionados con el estilo de vida. Uno de estos aspectos es la alimentación. El filósofo Hipócrates es famoso por su cita: «Deja que la comida sea tu medicina y que tu medicina sea tu alimento». Controlar eficazmente la dieta del paciente antes y después de la cirugía puede acelerar la cicatrización de las heridas.
Una dieta sana y equilibrada tiene muchos beneficios, tanto internos como externos. Mejora la cognición, la función muscular y las respuestas inmunitarias a nivel interno y mejora la vitalidad de la piel y el cabello a nivel externo. Teniendo esto en cuenta, debemos tratar de optimizar nuestra dieta antes y después de la cirugía. Dado que la cirugía implica la cicatrización de heridas, tener altas concentraciones de nutrientes disponibles para su reparación puede tener un impacto positivo en el proceso de curación. Veamos ahora qué nutrientes son importantes y qué alimentos los contienen (y qué alimentos debes evitar).
Por qué la proteína es crucial para la cicatrización de heridas quirúrgicas
El nutriente principal en el que se debe concentrar en las dietas pre y postoperatorias es la proteína. La proteína es la piedra angular de todos los tejidos y células del cuerpo humano y es cada vez más importante a medida que envejecemos. La proteína también desempeña un papel importante en la cicatrización eficiente de las heridas, ya que puede acelerar el proceso y ayudar a que la herida recupere su fuerza original. Algunas fuentes viables de proteínas incluyen el pollo, el yogur griego, el requesón y los huevos. Para saber cuánta proteína es adecuada para ti, puedes usar una calculadora de proteínas en línea. Verás mejoras en muchos aspectos de tu vida si incluyes estos alimentos en tu dieta, sin limitarte solo a la cicatrización de heridas. A continuación, pasemos a la fase preoperatoria.
Dieta previa a la operación para la cirugía oculofacial
Una dieta preoperatoria debe contener nutrientes que reduzcan la inflamación. La inflamación durante un procedimiento puede provocar hemorragias incontroladas y dificultar que el cirujano observe lo que está haciendo.
Una dieta preoperatoria que reduce la inflamación generalmente incluye alimentos que contienen:
- Nutrientes como las grasas omega-3 (p. ej., aguacate)
- Proteínas magras (por ejemplo, pollo, pescado, legumbres o frutos secos para vegetarianos)
- Carbohidratos ricos en fibra (p. ej., frutas y verduras coloridas)
Evite los alimentos procesados con alto índice glucémico y alto contenido de grasa que son difíciles de digerir para el cuerpo y provocan un aumento de la inflamación.
Por último, todos los suplementos dietéticos, como el aceite de pescado, deben suspenderse antes de la cirugía.
Si bien hay ensayos aleatorizados a doble ciego que han demostrado que los suplementos de aceite de pescado no aumentan el riesgo de sangrado incontrolado durante y después de la cirugía, nuestra razón para dejar de tomar suplementos es que no pasan por el mismo proceso de aprobación de la FDA que los medicamentos. Dejar de tomar suplementos garantiza que estamos realizando la cirugía en un entorno controlado sin ninguna variable adicional.
Dieta posoperatoria para la cirugía oculofacial
Dado que el tejido alrededor del ojo es delgado, la dieta postoperatoria también es importante para el proceso de curación. Se ha descubierto que las vitaminas C y A están relacionadas con la mejora de la cicatrización de las heridas y la función celular.
Las frutas cítricas tienen un alto contenido de vitamina C y las verduras de hoja verde tienen un alto contenido de vitamina A. Si bien estas vitaminas son cruciales, también es crucial mantener una dieta equilibrada de proteínas y grasas para que el proceso de curación pueda funcionar de manera eficiente. Una sustancia que se debe evitar es el alcohol, ya que se ha demostrado que inhibe una fase crucial de la cicatrización de las heridas, lo que resulta en una cicatrización más lenta.
Conclusión
En conclusión, una dieta bien balanceada es crucial tanto para la preparación preoperatoria como para la curación postoperatoria. Además de esto, los omega-3, las proteínas magras y los carbohidratos ricos en fibra antes de la operación. Además, concéntrese en las vitaminas A y C después de la operación para una curación más rápida y mejores resultados. Evite también los alimentos grasosos y el alcohol, para reducir la inflamación y no interferir con la cicatrización de las heridas. La cirugía ocular es difícil de ocultar, por lo que es importante acelerar la cicatrización de las heridas.
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